miércoles, 5 de julio de 2017

Gestión de la derrota

Uno de los puntos mas difíciles de gestionar, para los padres de niños pequeños que practican algún deporte a nivel de competición, es sin duda la gestión de las derrotas y la frustración asociada.
Aunque es un aspecto en el que sin duda, la madurez del niño y la práctica hace que se vaya normalizando el hecho de perder y relativizando el de ganar, aun hay momentos donde, la tensión, las expectativas personales, la propia presión que los niños se ejercen, les hace explotar en un momento, normalmente en llantos descontrolados o ganas de arrojar la toalla.

Este domingo Mario jugó su último torneo de la temporada, el Open de Ajedrez Rápido de Jaque Mate, valedero para ELO FIDE de rápidas y de un nivel muy alto.
28 de los 37 jugadores poseían ELO, uno de ellos, el campeón era incluso Maestro Internacional.
Los otros 8 rivales eran niños de cierto nivel, jugadores habituales de torneo, todos ellos con la ilusión de puntuar contra alguien con ELO y así obtener el suyo(u optar a él).

Mi idea inicial era, a pesar de haber avisado a Mario que era un torneo durísimo, que perdiera las primeras partidas y después, enfrentándose a los niños sin ELO que pudiera rascar algún punto.
Las primeras 4 partidas(de 8) fueron contra rivales con ELO, el primero mas de 1500, le hizo un truco de apertura y perdió rápido...sin problemas, asumido.
El segundo casi 1200, mas igualado hasta el mediojuego, luego perdió sin paleativos, también sin problemas.
El tercero un 1097, un señor de unos 45 años, que sufrió de lo lindo para ganarle...en muchos puntos de la partida creí que podía puntuar pero al final se impuso por los pelos a Mario. Esta le dolió, ya que vio que tenía opciones.
La cuarta le toco descansar...lo que le dio un punto gratis que le catapultó a jugar contra otro 1300 que le ganó con otro truco de apertura...y aquí ya no le hizo tanta gracia la cosa.
La sexta ronda jugó contra un niño con apenas 1015  y perdió en un final igualadisimo en el que le coronaron, comió la dama pero quedo con torre de menos. Tras perder esta partida donde hubo varios momentos en los que pudo ponerse muy por delante, estalló en llantos y quiso abandonar el torneo...mas de 10 minutos me costó convencerlo de jugar la penúltima ronda, que jugó con una niña a la que tenía ganada pero, como estaba ya mas fuera que dentro del torneo, hizo una ilegal perdiendo un final ya ganado.
Aquí no había ya forma de consolarle, jugó la última partida completamente fuera de si. El rival era un crío al que conocemos, hermano mayor de un rival suyo en muchos torneos al que habría ganado fácil en cualquier otro día, pero estaba mas fuera que dentro del torneo.
Perdió todas las partidas y se fue muy desanimado...pensaba que había sido un error haberle apuntado al torneo y que la desilusión podría hacerle mella.

El lunes me preguntó cuando venía el entrenador a darle clase...solo con esa pregunta me dejaba claro que es lo que había en su pequeña cabeza...necesitaba mejorar, así que finalmente no fue todo malo, ya que últimamente le costaba tener que aprender cosas nuevas.
Ayer vino Alex, el "entrenador" como él le llama. Le dio 90' de clase particular donde vieron un poco de todo. Estuvo muy atento, sobre todo la primera hora y respondiendo y preguntando, cosas que no suele hacer. Muy concentrado. Además me dijo que le gustó mucho.

Una derrota bien llevada enseña mas que 100 victorias. Ojala sea el caso.
Volvemos a finales de agosto con el torneo de la piscina de Sanse.




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